MODELOS TEÓRICOS DE LA EVOLUCIÓN DE ESPACIO TURÍSTICO

Compartimos: MODELOS TEÓRICOS DE LA EVOLUCIÓN DE ESPACIO TURÍSTICO, tema incluido en el Capitulo 1: LA VALORIZACIÓN TURÍSTICA DEL ESPACIO LITORAL del libro: GESTORES COSTEROS. DE LA TEORÍA A LA PRÁCTICA: UNA APLICACIÓN EN ÁREAS LITORALES. / Graciela Benseny (Coord.) - 1° ed. – Mar del Plata. Universidad Nacional de Mar del Plata, 2013, 248 p. Primera edición: diciembre 2013. ISBN: 978-987-543-755-5 Impreso en: Editorial Martín, Mar del Plata. Diseño y diagramación interior: Graciela Benseny Impreso en Argentina.

Capítulo 1. (Cuarta Parte)

LA VALORIZACIÓN TURÍSTICA DEL ESPACIO LITORAL

EL ESPACIO LITORAL: 
MODELOS TEÓRICOS DE LA EVOLUCIÓN DE 
ESPACIO TURÍSTICO

Dra. Graciela Beatriz Benseny
Universidad Nacional de Mar del Plata. Grupo Turismo y Territorio
Espacios Naturales y Culturales.

MODELOS TEÓRICOS DE 
LA EVOLUCIÓN DE ESPACIO TURÍSTICO

El turismo realiza un elevado consumo y uso de suelo, el litoral sufre degradación ambiental y destrucción, como consecuencia de la implantación de la urbanización turística. El cuidado del ambiente requiere el conocimiento de las formas y procesos naturales, basado en la fragilidad y alta vulnerabilidad de la zona costera, así como también una cuidadosa planificación y gestión responsable. El conocimiento de la dinámica de la zona costera permite reducir el impacto antrópico y constituye un elemento clave a considerar en la planificación y diseño de la urbanización turística para alcanzar un desarrollo responsable; tanto el planificador como el inversionista pueden obtener ventajas al seleccionar técnicas que reducen los costos a largo plazo y mitiguen los riesgos potenciales de impactos al medio ambiente causados por un nuevo desarrollo turístico. 

En palabras de Vera Rebollo et al. (1997), durante el proceso de planificación es preciso analizar el contexto global de actuación e integrar el nuevo desarrollo, considerando los aspectos ambientales, sociales y económicos donde se refleje su impacto. De tal forma que los beneficios a corto y largo plazo se traduzcan en el éxito económico de los desarrollos turísticos, el mejoramiento de la calidad de vida de las comunidades y el bienestar de los recursos naturales como el principal atractivo turístico. 

Según Pearce (1988), el turismo en áreas litorales reestructura el ambiente, originada por una variedad de importantes actividades de construcción, como nuevos desarrollos urbanos, caminos, marinas o puertos. La sustitución de un entorno natural en un espacio litoral por un nuevo entorno basado en edificaciones presenta una variedad de resultados de largo alcance y muy duraderos en términos de las especies biológicas y las condiciones físicas existentes en el área. Los cambios físicos alteran la apreciación visual y producen un efecto de urbanización homogénea.

La nueva urbanización trae aparejada mayores desechos. El problema más frecuente en el espacio litoral es la contaminación del agua potable mediante la descarga de efluentes con tratamiento inadecuado. El borde costero del mar, río, lago o laguna, al igual que todos los espejos de agua conforman los recursos más atractivos para el desarrollo turístico, pero a menudo se utilizan como depósito de aguas negras por resultar más económico. Esta práctica origina la eutrofización de los recursos naturales mediante un incremento en las descargas de fosfatos o contaminantes que dañan la salud humana y destruyen la flora y fauna marina. 

La rápida expansión del turismo y la consecuente construcción de equipamiento e infraestructura, que en algunos casos supera la provisión de instalaciones para el tratamiento de desechos, puede producir contaminación y la consecuente disminución del flujo turístico. Es imprescindible la provisión de infraestructura adecuada desde el principio de la urbanización, a fin de mitigar los daños ambientes producidos por la contaminación. 

Las actividades recreacionales producen impacto ambiental. Entre los efectos de las actividades se incluye el aumento en la compresión del suelo y la erosión de la cubierta vegetal que afecta la diversidad de especies. 

En un espacio litoral las playas y las dunas expuestas a la actividad recreativa poseen alta vulnerabilidad y propensión a la modificación del hábitat, alterando la vida silvestre y destruyendo el medio ambiente (Vera Rebollo et al., 1997).

Otro impacto asociado a las urbanizaciones en áreas litorales guarda relación con la dinámica poblacional, acentuada por los aumentos poblacionales debido a la estacionalidad de la actividad turística. El impacto más directo es la congestión física originada y experimentada en el espacio litoral concentrada en el período estival. La afluencia estacional aumenta la demanda de recursos naturales (agua y energía) y genera mayores desechos.

Para analizar los impactos, Pearce (1988) identifica tres técnicas: el análisis posterior a los hechos (requiere un conocimiento profundo de las condiciones anteriores al desarrollo: uso de suelo, vegetación, agua, vida silvestre), el monitoreo de los cambios a través del tiempo (útil al realizar un estudio simultáneo de la causa del desarrollo turístico y su efecto), y los métodos de simulación (permiten prevenir impactos ambientales). 

El turismo puede generar impactos ambientales tanto negativos como positivos, según la planificación, control de su desarrollo y gestión del destino. La zona impactada depende del tipo y escala del desarrollo turístico, así como también de las características ambientales del lugar (Acerenza, 1984; Pearce, 1988; Lickorish y Jenkins, 1997; McIntosh et al., 2001).

Entre los impactos negativos se encuentra la contaminación del agua (subterránea o del mar), del aire (originado por el excesivo tráfico de vehículos, polvo o suciedad del aire), acústica (concentración de turistas y vehículos), visual (diseño arquitectónico, urbanización inadecuada, excesivos anuncios publicitarios), ambiental por polución. La masificación de turistas produce congestión de personas y vehículos, que afectan al medio ambiente y a la población residente. También pueden presentarse problemas con el uso de suelo, donde el desarrollo turístico se apropia de terrenos aptos para fines agrícolas, y problemas vinculados con la propiedad o tenencia de las tierras que traerá como consecuencia un proceso de revalorización y especulación inmobiliaria.

El diseño incorrecto de una urbanización turística puede provocar inundaciones, sedimentación en las zonas costeras, contaminación hídrica, eliminación de la cubierta vegetal, alteración de canales naturales o servir de empalizada a los vientos agravando la destrucción del ambiente. La evacuación de escombros en el paisaje constituye un problema común de las zonas turísticas. Una evacuación inadecuada de los desperdicios sólidos procedentes de los hoteles y otras instalaciones pueden generar basura y problemas de salud medioambiental, originando la presencia de mosquitos, enfermedades y contaminación, además de resultar antiestético.

Los efectos positivos del turismo se aprecian en un destino turístico bien planificado, controlado y gestionado, que ayude a mantener y mejorar el ambiente. Para ello, es necesario la conservación de las áreas naturales o zonas de recreo al aire libre a través de la creación de parques o reservas naturales evitando el deterioro ecológico. Los programas de conservación actúan un como un estímulo para limpiar el ambiente a través del control del aire, agua, contaminación acústica, eliminación de desperdicios y mejora de la estética del entorno.

El diseño de una urbanización turística puede realzar el paisaje natural o los rasgos étnicos que identifican a la cultura local y afirman la identidad del lugar. Toda urbanización trae aparejado el desarrollo de infraestructura local. El turismo requiere la construcción de aeropuertos y caminos, obras de eliminación de desperdicios y aguas residuales, servicios de telecomunicaciones, etc. proporcionando mejoras a la población residente a través del desarrollo turístico, así como beneficios económicos y socioculturales.

Los principales impactos económicos del turismo se vinculan con las ganancias en divisas, la contribución a los ingresos estatales, la generación de empleo y renta, y el estímulo al desarrollo regional. Las dos primeras consecuencias tienen lugar en el nivel macroeconómico o en el ámbito nacional, mientras que las restantes se verifican en escala regional o local. Con excepción de las ganancias en divisas, las restantes consecuencias económicas se pueden obtener a través de la actividad turística nacional.

El impacto sociocultural del turismo implica el análisis de las consecuencias de la actividad sobre la comunidad receptora. Los destinos litorales reciben una fuerte influencia del turismo internacional, convirtiéndose en un importante agente de cambio. Si bien los turistas internacionales permanecen poco tiempo en el país anfitrión, requieren la implantación de modelos urbanos que satisfagan sus tradiciones, valores y expectativas, y aseguren una estadía placentera, resguardando sus propias costumbres, con poco interés por conocer la cultura local.

Tal como afirman Licorish y Jenkins (1997), en muchos países, los turistas tienen muy poco contacto con la población local, desconocen sus costumbres y tradiciones. En cierto modo, los turistas extranjeros no se integran a la sociedad, sino que se colocan frente a ella para observarla. Esta situación puede provocar el rechazo de los turistas por parte de los lugareños o bien la adopción de los patrones de comportamiento de los extranjeros, lo que constituye el efecto de demostración social, mediante el cual la población local imita las pautas y hábitos de los visitantes, modificando los valores morales y religiosos.

El turismo origina impactos sobre el comportamiento y los valores sociales. Los turistas extranjeros trasladan su poder adquisitivo e inducen a la creación de instalaciones para su uso, así como también un comportamiento diferente que puede transformar el hábito social local al modificar y perturbar las normas establecidas por la población anfitriona. El turismo es un hecho social que puede producir cambios estructurales en la sociedad afectando las tradiciones y transformando la hospitalidad en
prácticas comerciales. 

El turismo puede acelerar el proceso de cambio social que impone la vida moderna, acentuando el consumismo, la relajación de la moral, la mendicidad, el consumo de drogas, la pérdida de dignidad humana o la frustración por la falta de satisfacción de las nuevas necesidades; así como también el vandalismo, subempleo y prostitución (Acerenza, 1984; Licorish y Jenkins, 1997). Si bien muchos de los impactos socioculturales son similares en distintos destinos turísticos, los resultados de un estudio en particular no constituyen una base para una conclusión general. Hay muchos factores que influyen en los impactos socioculturales y pueden producir resultados diferentes, dado que cada sociedad desarrolla su propia cultura, estilo de vida y actitudes hacia el turismo.

Según Acerenza (1984), en el aspecto sociocultural, el turismo bien organizado favorece el contacto entre los visitantes y la población local, fomenta los intercambios culturales, origina un disfrute amistoso y responsable, así como refuerza vínculos entre los países. El turismo es un medio para el desarrollo y la promoción de regiones pobres donde las actividades tradicionales están en declive. El desarrollo del turismo proporciona una oportunidad para que la comunidad rural se inserte a la nueva actividad, conservando las tradiciones, el estilo de vida y brindando una opción alternativa de empleo.

Una urbanización turística puede renovar las tradiciones de la arquitectura local respetando las peculiaridades locales y regionales, el patrimonio histórico y el entorno cultural. Además, el turismo contribuye al fortalecimiento de las artes y artesanías locales. En este sentido, el turismo se convierte en una opción de reanimación de la vida social y cultural de la comunidad anfitriona favoreciendo las actividades locales. 

En paralelo con el ocaso de los modelos desarrollistas, el descreimiento de los instrumentos de planificación, el agravamiento de las problemáticas urbanas y la incapacidad de la planificación para resolverlo se impone el análisis de la cuestión ambiental. Se origina a partir de la percepción de una serie de situaciones problemáticas que resultan las facetas de una problemática global. La cuestión ambiental plantea los conflictos percibidos a partir del desequilibrio de la relación población-recursos (incremento de la población y disponibilidad de recursos alimentarios), pérdida de recursos naturales (desaparición de especies, agotamiento de suelos, degradación del recurso hídrico, contaminación del suelo, aire y agua, destrucción de espacios naturales y crisis energética). La cuestión ambiental surge de un desequilibrio en la relación armónica que debería mantener la sociedad con la naturaleza.

Hasta mediados de los años de la década de los setenta, gran parte de los estudios sobre el turismo se concentraban en la medición de los beneficios económicos, poniendo énfasis en la interacción entre los turistas y la comunidad anfitriona. Desde mediados de la siguiente década, la mayoría de los estudios del sector turístico se preocupan más por la relación anfitrión-turista, cuestionan el postulado desarrollo económico y aspiran mitigar los efectos negativos del turismo sobre el ambiente. Esta situación coincide con la aparición del Informe Brundtland (1987) y la Declaración de Río (1992) que introduce el cuestión ecológica, postulando un nuevo paradigma basado en el concepto de desarrollo sustentable, que implica una planificación estratégica y participativa donde se involucra la población residente y desde las prácticas turísticas se sientan las bases del denominado turismo responsable.




GESTORES COSTEROS DE LA TEORÍA A LA PRÁCTICA: 
UNA APLICACIÓN EN ÁREAS LITORALES

A la memoria de María Marcela Eraso,
quien formó y acompañó con toda su pasión a los
“Gestores Costeros”

Este libro es el resultado de investigaciones realizadas por las autoras, en algunos casos surgen del desarrollo de tesis de grado y posgrado, cursos de posgrado, presentaciones en reuniones científicas y actividades de transferencia realizadas a través del Proyecto de Extensión Gestores Costeros de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales de la Universidad Nacional de Mar del Plata.

Se incluyen estudios de caso, reflexiones y conclusiones de diferentes investigaciones y experiencias educativas realizadas por parte de los integrantes del grupo Gestores Costeros. Se estructura a
través de un eje transversal que analiza las problemáticas ambientales en diferentes áreas litorales y las acciones de concientización turístico-ambiental tendientes a mitigar los efectos negativos de las obras del hombre. Se describen experiencias educativas realizadas por alumnos de la carrera de Licenciando en Turismo en instituciones de enseñanza inicial, primaria, secundaria y de formación profesional. Se espera que los aportes teóricos y las experiencias educativas sirvan de base para seguir profundizando el tema y los resultados del libro se conviertan en un instrumento de difusión en las ciudades costeras, cumpliendo con el compromiso de la Universidad hacia la comunidad y la relación entre ambas.

AUTORAS: 

Graciela Benseny. Licenciada en Turismo y Magister en Gestión Ambiental del Desarrollo Urbano, Universidad Nacional de Mar del Plata. Doctora en Geografía, Universidad Nacional del Sur.

Mónica García. Licenciada en Geografía y Magister en Gestión Ambiental del Desarrollo Urbano, Universidad Nacional de Mar del Plata. Doctora en Geografía, Universidad Nacional del Sur.

Cristina Varisco. Licenciada en Turismo y Magister en Ciencias Sociales con mención en Economía, Universidad Nacional de Mar del Plata.

María Graciela González. Licenciada en Turismo, Universidad Nacional de Mar del Plata.

Noelia Padilla. Licenciada en Geografía, Universidad Nacional de Mar del Plata. Becaria CONICET.

Noelia Maresca. Profesora en Geografía, Universidad Nacional de Mar del Plata. Becaria CIN.

Jorgelina Cano. Licenciada en Turismo, Universidad Nacional de Mar del Plata.

Guadalupe González. Licenciada en Turismo, Universidad Nacional de Mar del Plata.

Lucía Campoliete. Alumna de la carrera de Licenciado en Turismo, Universidad Nacional de Mar del Plata.

Lucía Comelli. Alumna de la carrera de Licenciado en Turismo, Universidad Nacional de Mar del Plata.

Carolina Irigoin. Alumna de la carrera de Licenciado en Turismo, Universidad Nacional de Mar del Plata.

Virginia Jouanny. Alumna de la carrera de Licenciado en Turismo,Universidad Nacional de Mar del Plata. 

Constanza Lalli. Alumna de la carrera de Licenciado en Turismo, Universidad Nacional de Mar del Plata.

Noelia Lao. Alumna de la carrera de Licenciado en Turismo, Universidad Nacional de Mar del Plata.

Jésica Ojeda. Alumna de la carrera de Licenciado en Turismo, Universidad Nacional de Mar del Plata.

Ailín Mailén Tur Mauri. Alumna de la carrera de Licenciado en Turismo, Universidad Nacional de Mar del Plata.

AGRADECIMIENTOS

El presente libro pone en consideración algunos resultados de tesis de grado para obtener el título de Licenciado en Turismo, tesis correspondientes a estudios de maestrías y doctorados, así como también, trabajos de investigación de cursos de posgrado. De manera particular, se describen diferentes experiencias educativas planificadas y realizadas por alumnos integrantes del Grupo de Extensión Gestores Costeros. Por tanto, nuestro primer agradecimiento está dirigido a todas las instituciones educativas que nos abrieron sus puertas, permitiendo llevar nuestro mensaje y concretar las acciones de concientización turístico-ambiental.

Es nuestro deseo agradecer a la CP. Lic. María Eugenia Libera, quien desde su rol de Secretaria de Extensión y Transferencia de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales en el momento de presentar el proyecto Gestores Costeros, nos entusiasmó para concretar cada uno de los pasos a seguir. Gracias al asesoramiento de nuestra querida “Maru” pudimos cumplir con todos los requisitos formales; sin su ayuda y consejos quizás los resultados hubieran sido diferentes.

También, es nuestro deseo agradecer todo el apoyo recibido del actual Secretario de Extensión, Msc. Raúl de Vega, haciéndolo extensivo a todo el equipo que lidera. Una especial mención para la  Lic. María Laura Roberto, quien nos acompaña y facilita la tarea administrativa.

En forma especial, queremos agradecer a todos los evaluadores de cada uno de los capítulos publicados, producto de investigaciones, tanto con carácter de grado como posgrado. Destacando particularmente: Dra. Patricia Ercolani y Dr. Roberto Bustos Cara (Universidad Nacional del Sur, Argentina), Dr. Miguel Seguí Lliñás y Dra. Isabel Moreno Castillo (Universidad de Islas Baleares, España), Dr. Alfonso de Jesús Jiménez Martínez (Universidad del Caribe, México), Dr. Enrique Jurado Navarro (Universidad de Málaga, España).

Además, hacemos extensivo nuestro reconocimiento a los docentes que actuaron en el Comité Científico de Evaluación de ponencias presentadas en diferentes encuentros científicos con carácter internacional, plasmadas en capítulos del presente libro: Dr. Eduardo Salinas Chávez (Universidad de La Habana, Cuba), Lic. María Silvia Bouteiller (Universidad Nacional de Tierra del Fuego, Antártida e islas del Atlántico Sur, Argentina), Msc. Lucía Tamagni, Dra. Adriana Otero y Msc. Ana María Boschi (Universidad Nacional del Comahue, Argentina).

A todos los integrantes del Grupo de Extensión Gestores Costeros, que de una forma u otra colaboraron para hacer posible nuestro sueño e implementar las acciones de concientización turístico-ambiental previstas en el proyecto. Para ellos, un merecido y profundo agradecimiento, por la energía puesta en la tarea, la colaboración brindada, el apoyo incondicional y la continua disponibilidad que permitió concretar la tarea planificada.

Dra. Graciela Benseny
Directora Proyecto Extensión Gestores Costeros