ANÁLISIS Y REFLEXIONES SOBRE EL TURISMO, GESTIÓN Y POLÍTICA AMBIENTAL EN LA RESERVA DE BIOSFERA PARQUE ATLÁNTICO MAR CHIQUITO (ARGENTINA)



UNIVERSIDAD NACIONAL DE MAR DEL PLATA
FACULTAD DE HUMANIDADES
MAESTRÍA: GEOGRAFÍA DE LOS ESPACIOS LITORALES
SEMINARIO DE TURISMO Y ÁREAS PROTEGIDAS
Docente/s responsable/s: Dra. Graciela Benseny
Estudiante: Cristian César

Introducción 

A lo largo de la historia hemos visto que el desarrollo de la humanidad se halla muy asociado con los espacios costeros y el aprovechamiento de los recursos naturales. El siglo XX es testigo del surgimiento de diferentes urbanizaciones con fines turísticos, localizadas a lo largo de la costa marítima de la Provincia de Buenos Aires. Algunas se originan en forma espontánea; en cambio, otras son planificadas.

Entre las urbanizaciones costeras se selecciona la localidad del Parque Atlántico Mar Chiquita,  perteneciente  al  Partido  de  Mar  Chiquita,  donde  el  desarrollo  urbano  turístico  espontáneo  y acelerado  en  la  última  década  genera  un  fuerte  impacto  ambiental, social  y  económico. Es por ello, que es necesario reflexionar sobre el tipo de turismo que se pretende en la zona estudio.
Este espacio fue declarado Reserva Mundial de la Biosfera Parque Atlántico Mar Chiquito en abril de 1996 y en febrero de 1999, el gobierno de la provincia de Buenos Aires la incluyó en el régimen de Parques y Reservas Naturales (ley 10.907), con la categoría Reserva Natural de Uso Múltiple.
La interesante condición ecológica de la Reserva, su singularidad paisajística y su reconocimiento internacional conllevado a que se le ha asignado un rol importante para el desarrollo turístico del lugar.

Ante esta situación surge el interrogante: ¿qué acciones deberían concertarse entre los actores sociales para lograr un desarrollo responsable en la Reserva de Biosfera Parque Atlántico Mar Chiquito? El objetivo de la investigación es analizar la relación existente entre la actividad turística y el área protegida como medio para lograr un desarrollo responsable en la zona de estudio.

La ponencia constituye un informe de avance de la investigación “La Reserva Biosfera Mar Chiquita: Política y Economía sobre la apropiación de los espacios litorales”. La metodología propuesta se basa en un estudio exploratorio y descriptivo, aplicando el método comprensivo-explicativo de la realidad, cuyo eje de análisis es el espacio geográfico, donde se concibe al litoral como espacio problema, como valor cultural y como ambiente-paisaje integrado. El análisis se centra en la Reserva Mundial de la Biosfera Parque Atlántico Mar Chiquito. El material seleccionado fue de distintas fuentes secundarias y se realizaron entrevistas a informantes expertos sobre gestión ambiental, principalmente en el área de reserva, autoridades municipales (Direcciones de Turismo y Medio Ambiente) y vecinos de la localidad durante el período septiembre 2016 a febrero 2017.
Se realizaron  consultas:  Planos del Partido de Mar Chiquita, periódicos impresos, sitios de información virtual, fuentes documentales y bibliográficas, que permiten conocer la evolución poblacional,  condiciones ambientales y la red de asentamientos.

La propuesta se fundamenta en los principios de la investigación-acción, contemplando instancias de participación con los actores locales. El desarrollo turístico se asume como un proceso necesariamente participativo donde deben intervenir representantes de los distintos sectores para delinear políticas y diseñar planes a fin de lograr un desarrollo turístico responsable e integral.

2. Objetivo General
Analizar la relación existente entre la actividad turística y el área protegida como medio para lograr un desarrollo responsable en la zona de estudio.

2.1. Objetivos Específicos

  • Conocer las características naturales de la Reserva Mundial de la Biosfera Parque Atlántico Mar Chiquito.
  • Analizar el atractivo que tiene el área protegida como recurso turístico.
  • Describir el proceso de organización para la planificación ambiental en la Reserva y los resultados en los últimos tiempos.
  • Describir y analizar la participación de los distintos actores involucrados en la Gestión de la Reserva y sus resultados en los últimos diez años.
  • Conocer y analizar el Plan de Manejo de la Reserva de Biosfera Parque Atlántico Mar Chiquito.

3. Marco Teórico

El paisaje costero es el espacio litoral sumamente valorizado por el hombre. Milton Santos (1996:52) menciona…“todo lo que vemos, o que nuestra visión alcanza es el paisaje”… Está integrado por elementos naturales y antrópicos, constituye la materialización de un instante de la sociedad y…“conforma un conjunto de formas heterogéneas en donde distintas épocas y elementos quedaron subordinados a un movimiento global”… (Santos, 1996:64).

Hablar del paisaje costero, remite a la definición del término costa, que en palabras de Suárez de Vivero (2005:13) lo define como…“franja de tierra que bordea el mar o la zona de contacto entre el medio marino y el medio terrestre”. Por otra parte, Moreno Castillo (2007:19), con una visión más amplia, al referirse a la misma expresión plantea…“es uno de los territorios más problemáticos, en donde se ponen en contacto dos medios: terrestre y acuático, interfieren el uno en el otro, y ambos están sujetos a la influencia de factores, tanto físicos como químicos y climáticos”… Por lo cual, el paisaje costero es un espacio donde se producen interacciones complejas de las siguientes esferas: geósfera (con litosfera), hidrósfera, atmósfera y biósfera.

El litoral es un concepto asociado al paisaje costero, y tal como expresa Barragán Muñoz (2003:18) comprende …“una franja de ancho variable, resultante del contacto interactivo entre la naturaleza y las actividades humanas desarrolladas en ámbitos que comparten la existencia o la influencia del mar”…, es decir, es una zona de interacción entre los fenómenos antropizados y naturales.

Muñoz et al. (2008) afirman: “todo bien que en forma de energía o producto material esté vinculado al espacio litoral a través de su origen, desarrollo, localización o emplazamiento, definido para satisfacer una necesidad humana constituye un recurso costero”. Por tanto, las geoformas junto con los ecosistemas biológicos y atmosféricos, conforman los recursos costeros y se encuentran en constante interacción.

El análisis de la conformación del paisaje en la zona de estudio y la evolución turística, parte de una periodización surgida del estudio de acciones y objetos compartidos en diferentes momentos que permiten reconstruir el momento histórico. Milton Santos (1997:23) sostiene que “las características de la sociedad y del espacio geográfico, en un momento determinado de su evolución, se relacionan con el estado de la técnica, que permite la comprensión de las formas históricas de estructuración, funcionamiento y articulación de los territorios, desde el inicio de la historia hasta la actualidad”.

Además, Callizo (1991:15) afirma que “el crecimiento extraordinario de las actividades turísticas en lo que va del siglo es fruto del crecimiento del tiempo libre propiciado por el desarrollo tecnológico en las sociedades de consumo en los países desarrollados. El mapa de foco de flujos turísticos a escala mundial, reproduce con la finalidad el de los desequilibrios socioeconómicos interregionales”.

Por otra parte, Graciela Benseny (2015:15) manifiesta que “los aportes de la Geografía, el turismo en el territorio litoral  implica  el  consumo  de  los  recursos  naturales  y  su transformación  en  un  espacio  de  ocio  recreativo,  que  debido  a  la localización inmóvil de los recursos naturales genera la necesidad de consumo  en  el  propio  lugar  y  origina  el  desplazamiento  de  las personas.  Las condicionales naturales y el paisaje, en base a los atributos que ofrece el mar, la playa y el clima, conforman el recurso geofísico que permite el desarrollo del turismo en el territorio litoral, acompañado  por  las  obras  de  equipamiento  e  infraestructura realizadas por el hombre para brindar mayor atractividad  y confort a la urbanización”.

Desde  la  perspectiva  del  turismo,  los  recursos  naturales costeros  constituyen  un  espacio  de  recreo  para  las  prácticas,  tanto  activas  como  pasivas,  y  conforman  un  área muy  dinámica,  donde  existe  una  fuerte  interrelación  entre  los ecosistemas terrestres y marinos. En palabras de Vera Rebollo et al.(1997),  la  presencia  de  los  recursos  naturales  constituyen  el  factor determinante  que  actúan  en  la  localización  del  turismo  y  permiten diferenciar entornos configurados por la función turística.

Según Vera Rebollo et al.(1997:93)  …“La  actividad urbano turística  se  convierte  en  el  factor  polarizador y  dinamizador de  las economías locales del  litoral  y su expansión queda  condicionada a las posibilidades y disponibilidades de suelo  (reducido  interés agrícola,  proximidad  al  mar),  oportunidades de  mercado (crecimiento de la demanda) y desarrollo de infraestructura”.

Cuando se habla patrimonio nos referimos a lo que sostiene Bertoncello (2008: 179) “no debe ser percibido como preexistente ni estático, sino como una construcción social dinámica y sujeta a intereses potencialmente conflictivos, vinculada a un espacio o lugar concreto. En consecuencia, su construcción no se lleva a cabo desvinculada de intereses y acciones, resultados de estructuras sociopolíticas y culturales locales, regionales, nacionales e incluso internacionales”. También comenta que, “los patrimonios tienen consecuencias notables para un lugar o una región, en cualquiera de sus términos, económicos, sociales o culturales. En algunos casos incluso llega a transformar la apariencia física, así como el valor y uso de ciertos espacios, sobre todo si su valor patrimonial es canonizado por instituciones internacionales como la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco, por sus siglas en inglés)”.

Por otro lado, la  constitución de Áreas  Naturales  Protegidas  se  fundamenta  en  el  interés  público que representa la conservación y uso de la  diversidad biológica y del medio  ambiente natural.

Por  definición  un   área  protegida  es:  “Un  espacio  geográfico  claramente  definido, reconocido, dedicado y gestionado, mediante medios legales u otros tipos  de medios eficaces para conseguir la conservación a largo plazo de la naturaleza y  de sus servicios ecosistémicos y sus valores culturales asociados”. (UICN, 2008:10).

La concepción y el manejo de los espacios protegidos como bienes públicos, desde  su  definición  teórica,  representan complejidades  administrativas  vinculadas  a  las  diferentes definiciones, contenidos, y figuras de  protección que se le asignan y a  las funciones ecológicas y sociales que ofrecen.

Las  Áreas  Naturales  Protegidas  (ANP)  representan  una  modalidad  de regulación  de  usos  del  suelo.  El  rol  de  los  espacios  naturales  protegidos  en  la  conservación de la naturaleza es diverso, sirven como: un instrumento preventivo de  la ordenación territorial, impidiendo el crecimiento urbano en el territorio y acciones para  mantener  la  singularidad  de  un  paisaje  y  promover  el  mantenimiento  de actividades económicas beneficiosas para el territorio; estimulan las actividades que favorecen la conservación y son ámbitos para alentar la educación y la conciencia ambiental, a través de la comunicación con el público y la prestación de servicios recreativos y turísticos.

La viabilidad para la concreción efectiva de los objetivos delineados para un ANP depende que se constituya una región sostenible, para la cual es necesario que su desarrollo siga patrones sostenibles, no es la región en sí misma la sostenible, sino la forma de intervención en ella (Guimaraes, 2002).
Una intervención responsable es una estrategia integral para planificar la conservación y el uso responsable de los recursos naturales. Esto implica integrar agendas ambientales, sociales y económicas, promoviendo integración, cooperación y alianzas políticas e institucionales, articulando y conciliando objetivos de conservación con objetivos de desarrollo humano y de integración económica y política.

Aunque la valoración de ecosistemas es difícil, es necesario comprender que todas las decisiones que una sociedad toma acerca de un ecosistema son valoraciones y estas, pueden ser hechas con conocimiento explícito sobre los bienes y servicios ecológicos, de las incertidumbres o no; pero cualquier decisión entraña una valoración. (Constanza et al., 1999)

De hecho la valoración es un tema primordial en las elecciones y en las decisiones que se deben tomar acerca de los sistemas ecológicos. Valorar el medio ambiente significa poder contar con un indicador de su importancia en el bienestar de la sociedad.

En  el  actual  contexto  global  la  función  de  los  espacios  protegidos  reviste importancia,  porque  no  son  espacios  aislados  en  el  territorio  que  se  puedan planificar y gestionar como una situación o caso particular y acotado, sino que son elementos  vinculados  estrechamente  con  su  entorno  y deben  actuar  como componentes  esenciales  en  el  mantenimiento  de  la  biodiversidad  y  del  equilibrio territorial.

Desde  una  perspectiva  pragmática  la  filosofía  de  conservación  de  la naturaleza  puede  esbozarse  bajo  tres  grupos  de  intereses:  reconocimiento  de  la importancia  de  procesos  físicos  y  ecológicos  y  mantenimiento  de  recursos  que permitan el bienestar humano y el disfrute del entorno.

En la gestión costera, esta modalidad de regulación de usos de suelo tiene posiblemente  un  mayor  significado,  porque  esta  zona mantiene  una  fuerte interdependencia  entre  lo  que  sucede  tierra  adentro y  los  ambientes  de  playa  y marinos.  Por lo tanto,   las   Áreas Protegidas costeras pueden aportar elementos trascendentales en la búsqueda de integración administrativa.

La  gestión  de  la  sostenibilidad  requiere  la  integralidad  de  las  políticas públicas,  en  la  búsqueda  del  manejo  sustentable  de  los  recursos  costeros  se  ha  generado  toda  una  escuela  sobre  una  visión  integradora  que  permita  utilizar  el  enfoque sistémico para dirigir las políticas públicas que es el Manejo Integrado se  Zonas Costeras (Barragán Muñoz, 2003).

Este planteamiento en el contexto socioeconómico e institucional sugiere una serie de cambios de hábitos, de valores y conductas, así como modificaciones en las relaciones y estructuras institucionales, económicas y de mercado. Sin embargo, un elemento  central  en  esta  nueva  perspectiva  es  el  papel  que  juega  el  Estado  para cumplir con esta visión y donde se observan áreas de vacancia que resolver.

En este sentido, se debe interpretar el concepto de gestión ambiental como un proceso social, producto de las representaciones de la realidad y de la proyección de situaciones deseadas por parte de los interesados, que dirimen voluntades e intereses compartidos y el conflicto.

Por otra parte,  la  problemática  gestión  de  una  Área  Protegida   municipal  o  regional, adquiere  otro  sentido,  en  el  cual  los  niveles  de  conocimientos  necesarios  para afrontar los puestos de gestión que deben estar coordinados con la planificación de largo  plazo,  consciente  y  consecuente  con  las  tendencias  modernas  de gobernabilidad y sustentabilidad (Barrera Restrepo, 1997).

4. Metodología

Se realiza un estudio exploratorio y descriptivo, aplicando el método comprensivo-explicativo de la realidad, cuyo eje de análisis es el espacio geográfico, donde se concibe al litoral como espacio problema, como valor cultural y como ambiente-paisaje integrado. El análisis se centra en la Reserva Mundial de la Biosfera Parque Atlántico Mar Chiquito. El material seleccionado fue de distintas fuentes secundarias y se realizaron entrevistas a informantes expertos sobre gestión ambiental, principalmente en el área de reserva, autoridades municipales (Direcciones de Turismo y Medio Ambiente) y vecinos de la localidad durante el período septiembre 2016 a enero 2017.

Se realizaron  consultas:  Planos del Partido de Mar Chiquita, periódicos impresos, sitios de información virtual, fuentes documentales y bibliográficas, que permiten conocer la evolución poblacional,  condiciones ambientales y la red de asentamientos.

Por otro lado, para analizar la planificación y gestión ambiental, se utiliza las variables de la  Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza y de los Recursos Naturales UICN (2003) los asuntos claves para las ANP de América Latina son:  la  visión  Regional,  la  financiación,  el  apoyo  social,  la  planificación  y  gestión (planes  de  manejo  y  planes  operativos),  las  instituciones  y  gobernabilidad (fortalecimiento  institucional,  tipos  y  capacidad  de  gobierno),  la  biodiversidad (conservación) y los valores totales de las ANP.

Los aspectos principales   del ANP se pueden agrupar en dos tipos de parámetros, los referidos a la dimensión ecológica (valor científico o intrínseco) y los relativos a la efectividad de las condiciones de gobernabilidad (valor de uso y gestión y valor cultural).

El  primer  grupo  de  parámetros  está  constituido  por  información  que  es relevada para la asignación de categoría de espacio protegido tales como: tamaño, ecosistemas representativos, especies y habitas únicos, uso de suelo, entre otros. Mientras que el segundo grupo responde   cuestiones institucionales, sociales y económicas que deben ser relevadas teniendo en cuenta la experiencia y la opinión de distintos actores.

Las siguientes variables se establecen como relevantes para evaluación de la gestión ambiental en la Reserva de Biosfera Parque Atlántico Mar Chiquito, a partir de entrevistas realizadas a gestores, interesados y expertos en la temática.

5. Área de estudio: aspectos geográficos

La zona de estudio se encuentra en la República Argentina y en la provincia de Buenos Aires (figura 1-2). El espacio de estudio comprende el litoral de la localidad de Mar Chiquita, Partido de Mar Chiquita, localizado en la región Sudeste de la provincia.  La Reserva de Biosfera Parque Atlántico Mar Chiquito se ubica geográficamente en la Llanura Pampeana de la Provincia de Buenos Aires, Partido de Mar Chiquita y se extiende sobre la costa del océano Atlántico a lo largo de 56 km. de longitud, incluyendo a la Albufera de Mar Chiquita, única en la Argentina, incluye a la Laguna que recibe el mismo nombre que el partido, de unas 5.800 ha a las que se suman unas 19.000 ha de campos aledaños, de uso principalmente ganadero. Los límites son al Oeste la ruta Provincial N° 11, el litoral Atlántico por el Este, al Norte Villa Gesell y al Sur Mar de Cobo. La extensión total de la Reserva es de 26.488 ha (figura 3 y 4).

De acuerdo con los datos publicados en el último censo nacional del año 2010 su población alcanza 487 habitantes, y representa un incremento del 23% frente a las 394 personas identificados en el anterior recuento poblacional correspondiente al año 2001. La economía depende fuertemente de la actividad turística.

El frente marítimo del partido tiene una extensión de 67 km. de playa, donde se combinan diferentes tipos de costa bajas con playas sedimentarias y altas con acantilados. En el sector Norte destacan las estribaciones de la barrera medanosa marítima de la Provincia de Buenos Aires, extendida desde Punta Rasa, Partido de la Costa, al Sur de la Bahía de Sanborombón hasta la albufera de Mar Chiquita, al Norte del partido homónimo. En el Sur del Partido de Mar Chiquita predominan costas altas, siendo el acantilado la geoforma más representativa que le brinda identidad al lugar, intercalado con playas bajas sedimentarias, que en algunas zonas forma pequeñas playas de bolsillo o bahía.



5.1. Características naturales de la zona de estudio

La zona de estudio, contiene además dos grandes atributos ambientales: la albufera de Mar Chiquita y el cordón dunífero de casi 40 kilómetros de extensión que la separa del mar. La primera, denominada también Laguna de Mar Chiquita, es la única albufera propiamente dicha de la República Argentina y una de las pocas que existen en el mundo. El espejo de agua que conforma la laguna tiene una superficie aproximada de 46km², aunque su cuenca tributaria abarca una extensión de 10.000 km²en total. Su longitud máxima alcanza 25 km, mientras que su anchura es de 5 km. En lo que respecta a profundidad la máxima se estima en 1,5 m y la media en 80 cm. Se halla ubicada en dirección Norte-Sur, dentro de los límites del Partido de Mar Chiquita (César, 2007). 

El clima de la región es templado, con una media anual de 15ºC, con precipitaciones regulares con una media anual de 900 mm. Predominan los vientos de Sudeste, Norte y Noroeste.  Debido a su desplazamiento en relación a las masas de aire que llegan hasta la región pampeana a la cual pertenece, suele sufrir la alternancia de una y otra masa de aire y en consecuencia, presenta bruscos cambios de tiempo, que contribuyen a identificarla como un área de gran variabilidad meteorológica. (García, M., 1999).

La temperatura media anual y las precipitaciones regulares permiten desarrollar el cultivo de girasol, soja, maíz, entre otros, aunque es conocido uno de los rasgos característicos de la pampa deprimida, como lo es la alternancia de períodos de inundaciones y sequías (César, 2007).

En cuanto a la flora y fauna, el área se caracteriza por tener una biodiversidad importante. En los campos es posible encontrar pumas, jabalíes, venados, ciervos, entre otras especies más habituales como liebres, cuices, mulitas, comadrejas, zorros, etc. Entre las aves que se encuentran en la laguna de Mar Chiquita, se cuentan unas 168 especies, 38 de los cuales son aves migratorias provenientes de Norteamérica, países limítrofes y la Patagonia. Esta singular zona de la provincia de Buenos Aires recibió por parte de la UNESCO la declaración de “Reserva Mundial de Biosfera” y en el año 1991, la Municipalidad de Mar Chiquita, toma la iniciativa de encarar una Reserva Municipal Natural y Cultural. Es así, como el 20 de diciembre del mismo año, por ordenanza 169, se sanciona la creación del Parque Atlántico Mar Chiquito (César, 2007).

5.2. Atractivos del área protegida como recurso turístico

La unidad susceptible de consideración turística y recreacional está conformada por un nodo integrado por la Reserva de Biosfera, que incluye a la Reserva Municipal Parque Atlántico Mar Chiquito, Reserva Provincial de Dunas del Atlántico, la localidad balnearia de Mar Chiquita, inscripto en el área sudeste de la provincia de Buenos Aires, ámbito de influencia del centro urbano de Mar del Plata.

Las propiedades que confieren al territorio el atributo de Biosfera constituyen la condición que le asigna interés convocante, al reconocer la singularidad y representatividad del conjunto de ecosistemas, atento su diversidad, conservación y proyección, donde una apropiada gestión del conjunto puede garantizar la intangibilidad del núcleo, la accesibilidad a zonas de diferentes grados de desarrollo y la presencia de no conflictividad de la localidad turística.

5.2.1. Recursos naturales, culturales y paisajísticos

La apreciación de las condiciones del conjunto permite identificar los recursos naturales, culturales y paisajísticos que adquieren interés en función turística y/o recreacional:

La albufera (y arroyos de la cuenca) y el cordón dunífero (y playas del litoral); La confluencia de ecosistemas (mar, dunas, laguna, llanura); La presencia de marismas, bañados, pastizales, montes, médanos vivos y vegetados; La diversidad biótica de interfase (mar – continente): flora y fauna de especies diversas; La interacción natural – rural y el balneario parque Mar Chiquita; Las estancias con vegetación natural y cultivada y acceso al mar; Los establecimientos agropecuarios de producción extensiva;  La interacción Mar del Plata - Mar Chiquita – Villa Gesell; el paisaje menos alterado del litoral atlántico bonaerense; El paisaje de diversidad escénica natural más apreciable; El paisaje de atributos compatibles con expectativas recreativas; el asentamiento turístico del balneario parque.

5.2.2. Actividades y servicios

La identificación de los servicios resulta de las prácticas turísticas y recreativas en desarrollo y de aquellas susceptibles de desarrollar compatibles con el interés, según se enumera a continuación:

La actividad de playas/ mar/laguna; La pesca de embarque y orilla en laguna, en arroyos, en canales; El deporte náutico compatible con la restricción de uso; La observación de la naturaleza, el avistaje de aves y animales; La excursión, el picnic recreativo, el safari fotográfico; El campamento, el senderismo, el ciclismo; La investigación del hábitat natural; La apreciación de actividad agrícola y ganadera.

La disponibilidad de servicios para el usufructo turístico y/o recreacional es condición necesaria de la puesta en valor e implica su disposición en relación con la laguna y entorno inmediato, compatible con su condición de reserva, en la localidad Balneario Parque en su carácter de asentamiento turístico adyacente y en Mar del Plata en tanto centro receptor/emisor.

Los servicios actuales en la localidad Balneario Parque de Mar Chiquita son los siguientes:

De alojamientos: dos hoteles, dos campings, 30 bungalows, 400 viviendas. Country; De restauración: tres restaurantes, tres parrillas, pizzería, confitería, casa de té; De recreación: tres balnearios s/mar, tres recreos s/laguna, paddle, tenis; Club Regata y Pesca, escuela de Windsurf, puerto pesquero, estancias abiertas con espacios destinados a acampada.

5.3. Planificación y la gestión ambiental

5.3.1. Visión

Para  sistematizar  y  desarrollar  la  gestión  ambiental  se  articulan  aspectos basados  en  el concepto  de  Desarrollo  Sostenible,  por  lo  tanto  es  necesario conocer  cuál  es  la  visión respecto de  la  sostenibilidad,  si  es   suficiente  el conocimiento  para  la  formación  de  una  cultura institucional  para  el  desarrollo sostenible.

La identificación de puntos de consenso y disenso entre los actores en relación con los temas clave, junto con sus prioridades para las agendas mencionadas, permiten generar nuevos elementos para apoyar procesos regionales.

Aunque la zona  de estudio tiene una alta potencialidad para el turismo de naturaleza, es necesario reconocer si los agentes vinculados a la actividad turística,  tienen  vocación  para  responder  a  una cultura  organizacional  para  el turismo sostenible.

Si bien en los últimos años, en el partido de Mar Chiquita se han generado nuevos proyectos y programas a nivel local, no han tenido transcendencia, producto de la no continuidad, cambios en el personal que lo llevaban a cabo o poco presupuesto para poder sostenerlo.

5.3.2. Valores asignados 

Es necesario conocer si las instituciones y  la comunidad  le asignan valor a la problemática medioambiental,  además  de  valores  asociados  al  uso  y   a  la conservación del patrimonio cultural y natural.

Los valores establecidos son:

  • El valor territorial, planificador y de integración, como elementos articuladores y dinamizadores del territorio y una herramienta fundamental para la planificación socioecológica del territorio.
  • El  valor  ecológico,  como  elemento  fundamental  para el  mantenimiento  del funcionamiento  de  las  tramas  territoriales  y  para  la  conservación  de  la biodiversidad. 
  • El valor socioeconómico, como instrumento fundamental en el mantenimiento y  mejora  de  la calidad  de  vida  de  la  población  local  a  través  del aprovechamiento del flujo de los servicios de sus ecosistemas. 
  • El valor histórico-cultural, como elemento fundamental para la conservación del patrimonio arqueológico y etnográfico del medio rural y marino.
  • El  valor  educativo,  como  instrumento  fundamental  en  el  desarrollo  de  una conciencia  ambiental  y  en  la  valorización  social  de la  conservación  de  la naturaleza. 
  • El valor científico, como laboratorios de investigaciones.
  • El  valor  demostrativo,  como  punto  de  referencia  de modelos  de  gestión  a exportar a otras zonas del exterior.
En este punto, el partido de Mar Chiquita presenta a nivel socio-territorial una particularidad muy marcada. Por un lado, nos encontramos con ciudades mediterráneas, relacionadas con actividades agropecuarias y no tan vinculada con la zona litoral. La centralidad del gobierno local en Coronel Vidal, produce un quiebre con la zona litoral, ya que estas presentan otras inquietudes urgentes a resolver como son los servicios, protección del medio ambiente, entro otros.

En los últimos años, los habitantes de Mar Chiquita y Mar de Cobo, han comenzado a organizarse para proponer al municipio proyectos de manejo integrado, en donde intervienen profesionales de diferentes disciplinas que residen en el partido hace algunos años.

Las instituciones han participado activamente en la toma de conciencia del cuidado y preservación de los recursos naturales, culturales y patrimoniales, por lo que ha provocado una incidencia social de gran magnitud.

En cuanto a la educación ambiental, desde el año 1998, se han llevado actividades educativas de manera aislada, e incluso sin que los actores sociales involucrados supieran. Desde la Educación Formal, se realizaron actividades educativas en la Escuela Primaria N° 12 y en año 2007 el gobierno de la provincia, a través de la Dirección de Cultura y Educación, creó la Modalidad de Medio Ambiente, por lo que en ese año capacitaron a todos los directores de las escuelas del sudeste de la provincia. Lamentablemente estas acciones no tuvieron continuidad.

Los referentes del Centro de Interpretación al Visitante, desde su creación, realizan acciones educativas para todos los turistas, estudiantes de diferentes niveles y vecinos del lugar, con el objetivo de conocer y tomar conciencia de esa gran biodiversidad.

5.3.3. Gobernabilidad 

Los requisitos de capacidad institucional se centran en el aprendizaje colectivo y el cambio institucional, capacidad para adaptarse a diferentes contextos y nuevos desafíos. En este sentido se debe establecer si están claras las definiciones de las funciones y mandatos institucionales, si se conducen procesos transparentes de  toma  de  decisiones  basados  en   esquemas  participativos  y  de  acceso  al conocimiento y la información.

La  coordinación  e  integración  inter  e  intra  institucional  resulta  esencial  para garantizar la efectividad de la gobernabilidad ambiental de la región. En un estilo democrático-participativo se identifican al menos tres tipos posibles de arreglos que deberán investigarse para comprender las relaciones y su alcance:
  • Entre el organismo de ordenación (autoridad de aplicación) y otras instituciones públicas locales, provinciales y regionales (internas). 
  • Entre  el  organismo  de  ordenación  (autoridad  de  aplicación)  y  otras instituciones privadas, en  sus  dos  vertientes.  Manejo  participativo  y  Comanejo,  (en  este  caso  los derechos  de manejo  son  transferidos  a  los Interesados) 
  • Entre Estados (y partes interesadas) para recursos compartidos.
Considerando que el esfuerzo administrativo para que las personas se concentren  en  las  metas  de
la  organización  se  conoce  como  el  proceso  de dirección  y  trata  de  las  capacidades  humanas de  la  administración (Vargas Fernández, et al.  2010), será  preciso  indagar  sobre las  necesidades de aprendizaje  (capacitación),  identificar  las  temáticas  que  realmente  constituyen necesidades dirigidas  a  incrementar  las  habilidades y  competencias  integrales, (tipos  de  cursos:  de habilitación,  para  alcanzar  el nivel  mínimo  elemental,  relacionados con resoluciones, normativas y con funciones específicas).

En el caso de este punto, en el partido de Mar Chiquita, la zona mediterránea sostiene su neo-exclusividad desde algunos vectores: la toma de decisión, actividad económica y las inversiones de infraestructura y servicios.

Aun así la zona costera debe mantener su desarrollo a través de los marcos de regulación existentes para sostener la gestión del territorio, entendido en constante evolución y desde prácticas participativas entre la comunidad local, los gestores de las políticas públicas y sus turistas. En la zona de estudio este factor se vuelve complejo ya que se encuentra la localidad en el litoral y que cuenta con habitantes no originarios del distrito.

Las posibilidades de crear herramientas sustentables y de gobernabilidad deben procurar por una visión de escala múltiple, ya que además de los procesos netamente locales de la villa balnearia, su relación con el resto es de importancia. Más aún por los pasos que ya se han dado en este espacio para mitigar los efectos del turismo sobre su frente costero, playas y el área protegida con metas y pasos hacia el futuro para buscar la sustentabilidad de sus zonas balnearias.

Para la búsqueda de propuestas de aplicación y de respuestas a los conflictos que ha generado la actividad turística, que van desde proyectos de gobernabilidad ambiental y hacia la búsqueda de un turismo equilibrado con el medio, es necesario profundizar el estudio de sus dinámicas territoriales.

Comprender las formas de urbanización en los distintos espacios del litoral bonaerense y el caso particular de Mar Chiquita y las villas balnearias permitirá reconocer las restricciones y potencialidades del turismo en el área. Estos estudios generarán herramientas y conocimientos que se deberán articular en políticas de manejo integral costero en la Provincia de Buenos Aires y en la gestión territorial del turismo de sol y playa.

5.4. Gestión de la reserva mar chiquita

La autoridad de la reserva es la intendencia municipal de Mar Chiquita a través de su Dirección de Turismo. Las dos restantes áreas protegidas, la Reserva Natural de Usos Múltiples y Refugio de Vida Silvestre, son de jurisdicción provincial. Es una unidad de gobierno con autoridad de fiscalización y control de los recursos naturales exclusiva y excluyente. Adicionalmente, el poder de policía sobre los recursos naturales es detentado legalmente por la autoridad provincial. Además, existe un órgano consultivo, creado en el año 2004, que es el Comité de Gestión integrado por: el sector de decisiones políticos, el sector científico técnico y el sector comunitario representando por miembros de la sociedad civil.

La zonificación para establecer patrones y normas de uso de la reserva es uno de los temas que ha tratado el Comité de Gestión, desde su creación hasta el año 2006, donde dejó de funcionar.

En cuanto a la zona de acceso y uso, la regulación es incipiente. En la zona núcleo, existen algunas regulaciones de ordenamiento, patrullaje y protección de la flora y fauna. También se admite acceso abierto a la ribera oeste de la albufera para prácticas turístico/recreativas. En la zona de amortiguación la actividad predominante es la agrícola y hay cierta preocupación por el avance de la frontera agraria, ya que se advierte un importante cultivo de soja.

El manejo de la reserva tiene dificultades presupuestarias. La participación de recursos públicos está acotada a sueldos de guardaparques, personal del Centro de Atención al Visitante y una “caja chica” para insumos destinadas para el patrullaje.

5.1. Gestión participativa adoptada en la zona de estudio

De las 15 entrevistas realizadas a los distintos actores involucrados y en especial a los vecinos de la localidad de Mar Chiquita, destacamos que la comunidad entiende la importancia del desarrollo sustentable, pero aún no está familiarizada con la zonificación del área y desconoce los límites de la reserva. Asimismo, el grupo poblacional, está apegado a los criterios de sostenibilidad en el uso de los recursos naturales. Por otro lado, las autoridades competentes, tienen acuerdos consensuados sobre la regulación para el uso de los recursos que incluyen algunos criterios básicos de sostenibilidad y zonificación. La integración estratégica y la coordinación institucional son fluidas, pero en la actuación conjunta de las autoridades no profundizan la gestión participativa.

La creación de un Comité de Gestión [1] significó generar un instrumento genuino para la participación. Sin embargo, este Comité se instrumentó como un ámbito de consulta, no como un espacio de resolución de conflictos y en la práctica este carácter consultivo resultó ser un obstáculo para una acción eficiente.  Se ha evidenciado poca participación, siendo el conflicto principal la presencia de diferentes enfoques por parte de los integrantes con respecto a la gestión de la Reserva (César, 2007). En la actualidad este Comité dejó de funcionar debido a los conflictos entre los actores locales.

En la práctica impera el modelo estatal centralizado, con énfasis en la conservación del capital natural. No existe planeación participativa ni coordinada y la incorporación de los aspectos sociales en la planificación y gestión de la Reserva se realiza en forma aislada y acotada sin integrar las distintas intersubjetividades sociales.

En definitiva, la Reserva de Biosfera Parque Atlántico Mar Chiquito, en lo formal presenta un adecuado modelo de gestión participativa representado por el Comité de Gestión, sin embargo no se ha aplicado bien, ni en toda su extensión los nuevos paradigmas de conservación con orientación social.

[1]En el año 2004 se constituyó el Comité de Gestión de la Reserva MAB, integrado por representantes de la población local, autoridades municipales e instituciones provinciales y nacionales, que plantea unificar criterios de desarrollo y preservación a través de un Plan de Manejo entre los sectores involucrados, y la elaboración del informe correspondiente con motivo de la revisión periódica que se lleva a cabo cada 10 años ante el Comité Consultivo sobre Reservas de Biosfera.

 6. Alternativas de superación

Todo ANP debe contar con un Plan de Gestión, donde se establezcan las medidas necesarias para lograr los objetivos fijados, articulando sistemas de integración de las diferentes políticas sectoriales que intervienen. Además debe contar con un organismo propio para la gestión y con un equipo básico multidisciplinar adecuado a su problemática. Teniendo en cuenta el enfoque centrado en la repartición de poder

6.1. Discusión de Resultados

La evaluación de las condiciones de gobernabilidad de la Reserva dio como resultado que en la gestión impera un modelo de gestión estatal centralizado, con énfasis en la conservación del capital natural; cuya aplicación no es adecuada, ya que incorpora escasamente los nuevos paradigmas de sostenibilidad (natural, social, económico y político) y no especifica la orientación de la conservación, sí está dirigida al sistema o al flujo de recursos.

Aunque la Reserva de Biosfera, en lo formal, presenta un adecuado modelo de gestión participativa, en realidad existe una situación conflictiva respecto de la conservación y uso de los recursos naturales de la Reserva, base de la actividad turístisco-recreativa. De hecho la incorporación de los aspectos sociales en la planificación y la gestión se realizó en forma aislada sin integrar las distintas intersubjetividades sociales.

De los resultados de la valoración integral de la Reserva a partir de las 15 entrevistas realizadas, se detectó que todos coincidieron que el lugar posee una calidad ambiental de componente simbólico. Para los residentes vinculada a la tradición de uso con una fuerte imbricación identitaria y para los turistas a la combinación de la condición de la Reserva natural y la significación recreativa.

La realización de las entrevistas a los vecinos, autoridades municipales, provinciales, guardaparque y turistas, permitió devolver los resultados e identificar los problemas que los participantes, consideran más apremiantes, determinar la visión positiva – negativa del entorno, el turismo y la gestión ambiental, medir la potencialidad de la participación y legitimar las recomendaciones para las acciones futuras.

La gestión actual del espacio litoral requiere la reformulación y urgente implementación de medidas correctivas que intenten mitigar la problemática ambiental, basada en la concientización turístico-ambiental, tanto en su población estable como turista/visitante y la definición de prácticas de turismo responsable. Es necesario el trabajo en conjunto, aceptando las diferentes visiones y necesidades de todos los actores presentes, uniéndose por un objetivo común que es la apreciación y preservación del litoral. También, la conservación de la zona costera requiere un accionar conjunto de los diferentes niveles de gobierno que actúan en su administración y propiciar los mecanismos claves para proteger el ambiente de la presión económica.

7. CONCLUSIONES

La planificación en áreas protegidas contempla la necesidad de definir las fórmulas de ordenación y gestión de las actividades y de los equipamientos de uso público, definiendo criterios amigables que respondan a una concepción responsable basada en la articulación sociedad-naturaleza.  Por lo tanto, es factible concebir un plan de ordenación y gestión responsable que contemple atender los requisitos de control y gestión de los recursos, como marco necesario para inscribir las actividades admisibles.

La garantía de generar un plus valor en relación con la actividad recreativa y turística, la singularidad del uso y la satisfacción del usuario, radica en la adopción de una visión sistémica de la problemática y de una eficaz y eficiente cooperación de los actores involucrados e interesados en su puesta en valor, en la formulación de un programa de estudio pertinente y acciones apropiadas de desarrollo. A su vez, su viabilidad radica en contemplar que el desarrollo integral al que se aspira es un proceso en el que el factor humano constituye la fuerza motriz y, en consecuencia, la puesta en valor y en desarrollo territorial supone la implementación de un sistema de acción capaz de generar valores compartidos y producir bienes y servicios localmente gestionados.

Es necesario e importante el trabajo en equipo, integrando a todos los actores sociales, teniendo todo un objetivo en común aunque presentes ideas distintas.

7.1. Recomendaciones

  1. Priorizar una acción ambiental en los diferentes ámbitos de gestión: político, social, económico y tecnológico.
  2. Institucionalizar la gestión ambiental local en un marco de desarrollo responsable.
  3. Establecer plazos y mecanismos participativos concretos.
  4. Promover y fortalecer mecanismos de planificación participativa, vigorizando la acción comunitaria en procesos de desarrollo responsable.
  5. Promover una definición e identificación clara de las autoridades ambientales, su papel, funciones y competencias en cada nivel de gestión y gobierno.
  6. Crear o fortalecer ámbitos y mecanismos de identificación, tratamiento y solución de conflictos derivados de la acción y gestión ambiental en la comunidad.
  7. Fortalecer la capacidad institucional del municipio - sus recursos humanos, financieros y particularmente tecnológicos - para una adecuada gestión ambiental.
  8. Institucionalizar los instrumentos de participación ciudadana, utilizando preferentemente las estructuras y organizaciones ya existentes.
En cuanto a la planificación, para la OMT (1995) dice: “nos transporta del presente al futuro. Es esencial, por lo tanto, que los planificadores y los operadores turísticos sean conscientes de las tendencias sociales, políticas y económicas, ya que esas tendencias constituyen el contexto en que se integra la planificación. Esa comprensión permite aprovechar los mercados emergentes, preparar medidas más rentables y eficaces y garantizar que las estrategias y actuaciones emprendidas puedan adaptarse a unas condiciones cambiantes. Puesto que el mundo es más dinámico que estático, los planificadores de los parques y los operadores turísticos deben entender cómo un cambio dinámico, que a menudo no es lineal, puede afectar a sus planes y a sus aspiraciones.”


Magter/Esp/Lic. Cristian César
Grupo "Turismo y Territorio. Espacios Naturales y Culturales"
Universidad Nacional de Mar del Plata

8. Referencias Bibliográficas

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